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Sé bondadoso

Sé bondadoso

Cuando alguien sufre la pérdida de un ser querido, no saber qué hacer o qué decir para lograr que esa persona se sienta mejor puede producir  impotencia… Y es que la vida de esa persona ya no será igual, naturalmente su ánimo decae, experimenta frustración y profunda tristeza. Sin embargo, hay acciones que pueden ayudar, como: brindar compañía, escuchar con atención, expresar interés, ser generoso, servir al prójimo; lo anterior implica estar al lado de quien sufre siendo un apoyo significativo. Presta atención a esta historia…

A principios de este año, en la aldea de Travesía, Honduras, Alba Luz Rodríguez Ramos debió enfrentar una de las experiencias más dolorosas para una madre, tras perder a una de sus hijas a causa de una Leucemia, quedó sola al cuidado de sus nietos, sumida en la tristeza, sin esperanza y con el corazón destrozado. En estas circunstancias la pastora Daisy conoció a Alba, comenzó a visitarla, mostró interés por apoyarla, compartió con ella alimentos y le brindó compañía en medio del dolor por el que atravesaba orando por ella en cada encuentro. Transcurrido un tiempo después de visitarla con frecuencia, empatizando con ella y acompañándola Alba decidió abrir las puertas de su hogar para iniciar una Casa de Paz.

En una de las reuniones de la Casa de Paz, Alba en compañía de sus nietos, hijo, la pastora Daisy y algunos miembros de la iglesia, propuso abrir su corazón y aceptar a Jesús como Señor de su vida. Alba pudo descubrir el interés de Dios por su vida, experimentar su bondad y además pudo ser libre de su tristeza, ya que solo el Señor puede sanar los corazones rotos. Y aunque sufrir el dolor por la pérdida de un ser querido es real, también lo es la paz que Dios entrega, encontrando en el consuelo, fortaleza y esperanza como lo vivió Alba.

“Él sana a los que tienen roto el corazón, y les venda las heridas” – Salmos 147:3 NBLA

 Alba sigue creyendo y ha demostrado fidelidad a Dios uniéndose a las reuniones de casa de paz y a la iglesia cada domingo, continúa siendo discipulada para seguir aprendiendo a obedecer los mandamientos de Jesús, fortaleciendo así su fe. La pastora Daisy agradece a Dios por Alba y su familia, porque ha visto una vida transformada por Dios, quien con  amor cumple su promesa de sanar y confortar el alma. Él no sólo cuida de las necesidades físicas, sino también de las necesidades espirituales de quien se encuentra quebrantado.

En la vida existen situaciones difíciles de soportar, sin embargo, es maravilloso ser testigo de cómo Dios puede ser glorificado aun en medio del dolor, cambiándolo en esperanza. Dios no abandona a quienes acuden a él con un corazón roto, sino que los atiende pues él es misericordioso, consuela, fortalece y trae paz. Él prepara y envía a personas que sean bondadosas, dándoles valor para estar dispuestas a acompañar a quienes sufren en el momento que lo necesitan.  Así también te puede preparar  para cuidar y  acompañar a aquellos que experimentan profunda tristeza, ayudándolos a aprender acerca de su bondad haciéndolos sus discípulos, aun cuando todo pareciera estar perdido.

Cuando estés frente a personas que experimenten profundo sufrimiento, aunque pienses que no es fácil identificar cómo ayudar, entonces será momento de mostrar interés, tanto como Dios lo hace por ti. Siempre con un corazón dispuesto a servir, sé generoso y bondadoso, seguramente estás ante una persona de paz a quien Dios te esté guiando para entrar en su corazón y transformar su dolor en esperanza, con tu bondad.

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