Un domingo, mientras el pastor Randy oraba por señales y prodigios en su comunidad, encontró una lagartija moribunda y, de manera inexplicable, sintió una gran compasión. Al mismo tiempo, el Espíritu Santo le recordaba: “si puedo hacer un milagro con este pequeño animalito, cuánto más tendré compasión y lo haré con ustedes”. Desde ese día, los milagros no han cesado en la Iglesia Betel y en las casas de paz de la Isla de Margarita, ubicada en el mar Caribe, Venezuela.

Estas son algunas de las maravillas que están sucediendo en Margarita:

• Yaniel Barboza, quien sufría dolores en su hombro derecho desde su nacimiento, sintió repentinamente que su hombro se calentaba y el dolor cesó.
• Iris Bastida, quien tenía problemas de migraña al dormir, dejó de tomar pastillas para el dolor tras experimentar la sanación de Jesús.
• Vanessa Cedeño, quien tenía tres quistes en su vientre, al hacerse un control ginecológico, descubrió que los quistes ya no estaban presentes.

En la casa de paz de adolescentes “Edificadores de Muros”, Susana Ovalles, de 15 años, sufría constantemente de amigdalitis. En una de sus reuniones, aplicaron el método de estudio bíblico de la espada en Juan 9:1-12, y creyeron en la sanación de Jesús. El líder, dirigido por el Espíritu Santo, mezcló sus lágrimas con arena y las aplicó en el cuello de Susana, quien desde entonces no ha vuelto a sufrir de amigdalitis.

Haroldo González, un vecino de la comunidad que llevaba alrededor de 10 años sufriendo convulsiones y había sido operado tres veces por una aneurisma, experimentó una sanación sorprendente. Después de un accidente automovilístico, la iglesia fue a orar por él. Con la cara hinchada y usando un collarín, Haroldo exclamó repentinamente: “¡Increíble, no siento nada!” y se quitó el collarín. Su cara se desinflamó y no ha vuelto a tener convulsiones. Actualmente están orando para comenzar un PIC con la familia González.

“Estas señales acompañarán a los que crean.” Marcos 16:17a

¿Estás dispuesto a confiar en Dios y ser testigo de las cosas maravillosas que él puede hacer, tal como lo están viviendo nuestros hermanos en Margarita?