Una fe sólida

Carmen proviene de una familia humilde en Cartagena: su madre era ama de casa y su padre conductor. Aunque asistió a un colegio cristiano dirigido por misioneros, donde conoció a Jesús y aprendió sobre la Palabra de Dios, no le enseñaron a tener una relación personal con Él ni a ser discípula, lo que gradualmente la alejó de la fe.
Años más tarde, ya casada y con hijos, Dios la condujo de regreso a una vida espiritual activa a través de Árbol de Vida, una iglesia asociada a Impacto Latinoamérica. Allí recibió discipulado constante y seguimiento pastoral, se bautizó y comenzó a servir en el equipo de evangelismo. Fue en ese momento que reconoció su necesidad de una formación bíblica más profunda para comprender plenamente las Escrituras, así que antes de la pandemia comenzó su formación ministerial en línea con IMPACT. Este programa, con clases amenas, profesores bien preparados y mentoría personalizada, le brindó las herramientas para crecer teológica y espiritualmente.
Desde entonces, la transformación ha sido notable: Carmen ha consolidado una fe sólida y un verdadero temor de Dios gracias a la mentoría y al estudio teológico. Ha aprendido a discernir lo que Dios aprueba y a identificar actitudes contrarias a la fe. Su compromiso, entusiasmo y pasión por servir se destacan entre sus compañeros; participa activamente, anima a otros estudiantes, colabora incluso en modalidad virtual y aprovecha la flexibilidad del programa para avanzar a su propio ritmo.
Hoy, Carmen ejerce como mentora en su iglesia, guiando a nuevos creyentes y apoyando a familias en momentos de dificultad, aplicando lo aprendido para formar discípulos y líderes en su comunidad. Su capacidad de servir con confianza y sabiduría refleja claramente el impacto de la formación recibida. A pesar de que sus hijos aún no asisten al templo, Carmen camina firme en el Señor y los anima a cultivar una relación íntima con Dios.
Además, recientemente asumió el rol de monitora en el programa ministerial, lo que considera una respuesta divina a sus oraciones en esta etapa de su vida. Este privilegio le permite contribuir aún más a la formación de otros líderes y fortalecer su crecimiento como sierva de Dios. Aunque reconoce que aún debe seguir puliendo aspectos de su carácter y enfrentándose a procesos familiares complejos, se proyecta confiada a seguir aprendiendo y aprovechando cada oportunidad que IMPACTO le ofrece, dispuesta a servir donde el Señor la guíe.