Latinoamérica es una región colorida, multicultural, llena de gente hermosa, y con deseos de avanzar. Todo esto lo encontramos reflejado en el pueblo Wayuu; una etnia indígena de aproximadamente 700.000 personas que habita en una zona mayormente desértica en la costa caribe colombo-venezolana. Sin embargo, no todo es belleza entre los wayuu (ni en Latinoamérica); esta etnia enfrenta graves problemas como la escasez de agua, la malnutrición infantil, las crisis políticas, la discriminación de la que son objeto, y recientemente una pandemia que, como a todos, los ha afectado inmensamente.
En el mes de Julio comenzó nuestra escuela de Plantación de Iglesias Comunitarias (PIC) en Valledupar Colombia. Un par de estudiantes vinieron de esa región, y aunque ellos no son wayuus, sino mestizos, manifestaron su deseo de trabajar con los indígenas. Uno de ellos, Héctor, nos llevó en Julio a un viaje rápido a conocer una ranchería compuesta por unos 75 hogares y abierta a escuchar las buenas nuevas. Al llegar nos recibieron con los brazos abiertos y su mejor comida (chivo). Nos ayudaron a entender algo de su vida, su cultura y sus dificultades. Les compartimos la palabra, oramos con ellos y nos invitaron a seguirlos visitando.
En una visita posterior, Omar Villadiego, director de la escuela PIC conoció a Betty. Betty es una mujer wayuu soltera, que traduce del español al wayuunaiki y que por algún tiempo ha estado conociendo el evangelio. En el diálogo con Omar, Betty expresó su deseo de comprometerse con Dios, de dedicar su vida, sus dones, su lengua para la obra del Señor para ayudar a alcanzar a su pueblo para Cristo. El pasado 24 de octubre Betty se bautizó y ahora ha comenzado su entrenamiento de plantación de iglesias comunitarias.
Sabemos que no somos los primeros, y que no seremos los últimos en llevar el evangelio de Cristo a los wayuu. Sin embargo, esperamos que por la gracia de Dios nuestro esfuerzo rinda mucho fruto entre ellos y que veamos un movimiento que multiplica discípulos, líderes e iglesias entre la gran nación wayuu.
No obstante, la historia de los wayuu es solo una de decenas que podríamos contar de lo que estamos viendo en el campo de trabajo, pues a pesar de las difíciles circunstancias que hemos estado enfrentando en Latinoamérica por razón de las nuevas olas de Covid-19, la crisis financiera que esto ha desatado, y la ya endémica situación sociopolítica de toda la región, el movimiento de plantación de iglesias comunitarias impulsado por Impacto Latinoamericano sigue avanzando y viendo mucho fruto en la multiplicación de discípulos, líderes e iglesias.